martes, 21 de agosto de 2007

Duelo: Ghost in the Shell vs Manmachine Interface

Masamune Shirow en la actualidad parece bastante retirado del mundo del comic y dedica sus habilidades a otros campos pero aun así se mantiene como una de las estrellas del manga gracias a toda una serie de obras cyberpunk que se encuentran entre las mejores del género. Una de las más conocidas es Ghost in the Shell, historia que vio su continuación con Manmachine Interface.


Ghost in the Shell por Masamune Shirow

En esta primera parte la acción se centra en un grupo conocido como la sección 9, encargados de solucionar problemas del gobierno que ninguna otra fuerza puede solucionar. Su miembro más representativo y protagonista de la historia es Motoko Kusanagi, un sensual androide que conserva todavía gran parte de su humanidad.

La trama se desarrollará en forma de pequeñas historias autoconclusivas que finalizaran con un arco más largo conocido como la saga del marionetista. Ésta saga tiene importantes consecuencias y además sirvió como base para realizar la primera película de la serie.

En Ghost in the Shell encontramos un montón de virtudes y unos pocos inconvenientes. Entre las virtudes están un estupendo dibujo lleno de detalles que cuida hasta el último de los elementos que nos muestra, con grandes diseños que van desde vehículos, armas y edificios hasta objetos aparentemente menores como copas, ordenadores o semáforos. Todo ésta pensado en este mundo futuro y todo tiene su porqué. Y precisamente esa es otra de las mayores virtudes de Shirow y su obra: el trasfondo que tienen todas y cada una de sus historias. Su universo está adornado por organizaciones, países, acuerdos y leyes propias de todo tipo, lo que termina por dotarle de una profundidad única que nos hace pensar que apenas nos cuenta una millonésima parte de cuanto ha creado en su cabeza. A esto ayudan sus famosas notas a pie de página, que en Ghost in the Shell llegan a convertirse en auténticos artículos sobre técnicas de combate, tecnología armamentística o política futurista.

Precisamente en este aspecto es donde algunos encuentran los puntos débiles del autor, y es que en ocasiones se dedica demasiado a bucear entre sus teorías y deja un poco de lado la trama. En algunas historias del volumen de Ghost in the Shell es cierto que esto se deja notar un poco, pero en general el nivel es muy bueno.

Sin duda, estamos ante una obra de culto, un único tomo que ha creado toda una legión de fanáticos a un universo perfectamente diseñado.


Manmachine Interface por Masamune Shirow

Éste manga llegó bastante después de su predecesor, en él Shirow ya advertia que no encontraríamos una continuación de Ghost in the Shell, aqui Kusanagi se ha separado de la sección 9 y se ha fusionado con una IA convirtiendose a si misma en una experta en contraterrorismo y ataque digital.

Manmachine Interface tiene la virtud de ser la obra más extraña de un autor ya de por si bastante peculiar (al menos en mi opinión), y es que lo que ya he mencionado anteriormente como uno de sus lastres (el hecho de desviarse demasiado de la trama con tecnicismos) aquí se convierte en un autentico martirio, ya que la obra resulta una enorme ensalada de términos informáticos (que vaya a saber cuales son reales y cuales creados por el autor), tecnológicos y aclaraciones a pie de paginas dignas de una enciclopedia cyberpunk. En definitiva, algo realmente difícil de digerir y disfrutar.

Por supuesto siempre dejo la puerta abierta a que cualquier otro pueda saborear este comic y encontrar en él una diversión sin igual, pero personalmente lo encontré enormemente farragoso y difícil de seguir debido principalmente a que gran parte de su historia se desarrolla en un mundo virtual, como si nos encontráramos dentro de un ordenador donde nuestra protagonista se abre paso a través de firewalls y virus utilizando enormes discursos tecnológicos. Aun así, se acierta a vislumbrar una trama lógica detrás de todo ello.

El gran punto fuerte de la obra sin duda es el dibujo; aquí convertido en una autentica maravilla con efectos digitales y gran parte de sus páginas a color. Realmente sobresaliente en este aspecto. Aunque todo hay que decirlo, Shirow abusa en exceso de las poses sugerentes por parte de sus protagonistas femeninas a las cuales las hace vestir con modelos realmente ridículos en ocasiones solo por el hecho de mostrarnos carne (o metal con piel sintética, aquí nunca se sabe). De igual forma en las peleas y otras escenas siempre encontrará la manera de mostrarnos sus prendas más intimas. El resultado es un poco ridículo para aquellos que no busquemos fanservice y si una obra seria con su lógica argumental y visual.

En resumen, una obra compleja, difícil de leer y comprender hasta el punto de llegar a ser ligeramente insoportable, pero que cuenta con un enorme trabajo artístico y muchas, muchas curvas.

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